Marcharse unos días de convivencias supone mucho más que elegir una casa y alquilar un autocar. Espacio de convivencia, de contacto con la naturaleza, para aprender a través de la experiencia o para reforzar los vínculos con los compañeros de clase. Estos son sólo algunos de los valores que ofrecen las colonias, que muchas escuelas aprecian e incluyen en su Proyecto Educativo de Centro.
Las colonias generan muchas oportunidades de interacción entre los compañeros de clase y entre los maestros y sus alumnos. La convivencia ayuda a conocer los otros de manera más intensa y a reforzar el vínculo. Al mismo tiempo, también es una buena manera para que el alumnado nuevo en la escuela se integre plenamente en el grupo.
Las convivencias permiten aprender de manera directa y a través de la experiencia los contenidos que se han tratado en clase. El entorno natural de las casas de colonias ofrece múltiples posibilidades a los maestros para complementar el aprendizaje de los alumnos, de manera que éstos se impliquen como si se tratara de un juego (ya sea conociendo y tocando los animales de la granja, aprendiendo a cultivar el huerto o, por ejemplo, descubriendo las plantas y árboles del bosque). Para que este aprendizaje sea efectivo, además, en clase se hace un trabajo previo y posterior sobre el que se va a hacer o ya se ha aprendido en las colonias.
Asimismo, en el marco del desarrollo de toda esta actividad complementaria a la acción educativa escolar, se ha ido consolidando un sector cada vez más organizado y profesionalizado, que ha permitido en los últimos años mejorar la calidad de su acción.
Tal vez, a partir de esta realidad, la Ley de Educación contempla en su preámbulo y amplía en su capítulo número cuatro, el reconocimiento explícito del valor educativo y socializador de las actividades de ocio y el derecho de todos los alumnos a acceder en condiciones de igualdad.
Muchos son los motivos por los que históricamente las colonias han tenido un papel importante dentro del proyecto educativo de muchas escuelas del país, las cuales siempre las han entendido como un espacio educativo donde se promueve especialmente la convivencia, la cohesión de grupo y muchas de las competencias personales y emocionales que se pretenden alcanzar en la ordenación curricular de las diferentes etapas educativas.
Pero en la amplia implementación de las colonias escolares también ha sido clave el empuje de los maestros que, movidos por un espíritu vocacional indiscutible y un firme convencimiento hacia los beneficios pedagógicos que se obtienen en unas colonias, han generalizado el uso de un recurso educativo hoy más necesario que nunca.
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