El color verde identificará los más saludables y los rojos, los más grasientos o perjudiciales.

28/09/2018

La ministra de Sanidad, Consumo y Bienestar Social, María Luisa Carcedo, ha anunciado este lunes la implantación de un nuevo etiquetado nutricional de productos alimenticios y bebidas siguiendo el modelo Nutri-Score, que otorga un color a cada alimento en función de su contenido en azúcares, grasas saturadas, sal, calorías, fibra y proteínas. Los colores verdes identificarán los alimentos más saludables; los rojos, los de menor calidad nutricional.

Su aprobación, como real decreto ley, se prevé dentro de unos "dos o tres meses", según adelantó la ministra. Antes, se pondrá en marcha "en las próximas semanas" un grupo de trabajo con la industria alimentaria para que se vayan adaptando paulatinamente a esta nueva fórmula, que consistirá en la colocación de un gráfico con cinco colores al estilo de un semáforo en la parte frontal de los productos.

"El actual etiquetado nutricional, aunque ha sido un avance muy importante, no es suficiente, ya que resulta complejo de entender", destacó la ministra, para defender este nuevo modelo que pretende luchar contra la obesidad, también conocido como logotipo de cinco colores, y que ha sido instaurado hace seis meses en Francia y está pendiente de introducirse en Bélgica y Portugal.

Carcedo ha reivindicado el Nutri-Score ante otros modelos de etiquetado, "que no han sido implantados por las administraciones, no cumplen los objetivos de promover la elección más saludable e incluso pueden resultar confusos para el consumidor". "Por ello, no están avalados por las sociedades científicas y los profesionales", añadió.

"Esta información permitirá que la ciudadanía pueda comparar productos similares de forma sencilla y tomar una decisión informada y motivada para seguir una dieta más saludable", resumió la titular de Sanidad, que ha añadido que Nutri-Score también tiene como objetivo que la calidad de los alimentos se incremente como producto de estas restricciones.

Limitación de la publicidad de productos poco saludables

La ministra ha anunciado, además, otras iniciativas para reforzar la Estrategia Nutrición, Actividad Física y Prevención de la Obesidad (NAOS), como la reforma del actual Código PAOS, en que la industria se autorregula con respecto a la publicidad de alimentos y bebidas dirigidas a menores de 15 años.

Basándose en la nueva directiva de servicios de comunicación audiovisual que se aprobará en el Parlamento Europeo, y siguiendo las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Sanidad limitará la publicidad de los alimentos con perfiles nutricionales menos saludables para niños .

"Existe la evidencia de que la publicidad influye en las preferencias, compras y en los comportamientos de niños y adolescentes respecto a los alimentos y bebidas. Constituyen un grupo muy vulnerable a la publicidad, que está especialmente expuesto. Es censurable que se aproveche su especial vulnerabilidad para conseguir beneficios económicos ", destacó Carcedo en su intervención durante la entrega de los premios Estrategia NAOS 2.017.

"El actual autorregulación es claramente insuficiente. Tiene carencias. Se le debe dar un impulso", concluyó la ministra, que a continuación ha advertido que, si estas estrategias de autorregulación de la industria no cumplen los objetivos del ministerio, están abiertos a aplicar un modelo más restrictivo y vinculante.

Institutos y hospitales, libres de productos insanos

También dentro de estas medidas para facilitar opciones alimenticias más saludables y combatir la obesidad, Carcedo ha detallado que se desarrollará la ley 17/2011 de seguridad alimentaria y nutrición para impedir la venta de alimentos y bebidas poco saludables en escuelas e institutos.

En esta misma línea, ha avanzado que se desarrollará un protocolo para que las contrataciones públicas de menús, catering, 'vending' o cantinas tengan criterios de calidad nutricional, además de los relacionados con la seguridad. La meta, nuevamente, es restringir la presencia de alimentos no sanos en centros públicos, como hospitales o universidades.

"Es necesario que las administraciones sanitarias, los hospitales y centros de salud y los espacios públicos de todo tipo se conviertan en centros promotores de salud y sean ejemplares en la oferta de productos en sus instalaciones", argumentó.

Sobre un posible impuesto a las bebidas azucaradas, Carcedo ha reconocido en declaraciones a los medios que es una de las recomendaciones recogidas por la OMS y la Comisión Europea. "Estamos trabajando en todas las líneas", afirmó la ministra.

Finalmente, Carcedo ha apoyado el Plan de Colaboración para la Mejora de los Alimentos y Bebidas y otras medidas 2020, que contempla ratificar 20 acuerdos con asociaciones de los cinco sectores del entorno alimentario (fabricantes, distribución, restauración moderna, restauración social y 'vending'), integradas por más de 500 empresas y que afectará a más de 3.500 productos. Entre los compromisos adquiridos, está la reducción gradual hasta 2020 de una media del 10 por ciento de azúcares añadidos, sal y grasas saturadas.

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