Hablamos con la adjunta del Síndic de Greuges para la defensa de los derechos de los niños/as y los adolescentes.

Hablamos con la adjunta al Síndic de Greuges para la defensa de los derechos de los niños/as y los adolescentes.

Maria Jesús Larios (Barcelona, ​​1970) es la adjunta para la defensa de los derechos de los niños/as y adolescentes desde 2010. Asiste el Síndic y ejerce las competencias delegadas en la protección de los niños y los adolescentes en el contexto de la Convención internacional de los derechos de los niños y niñas. Es doctora en Derecho por la Universidad de Barcelona (UB) y profesora titular de la misma universidad. Anteriormente, desde octubre de 2004, fue directora de Asuntos Sociales y Relaciones con el Parlamento del Síndic.Síndic de Greuges para la defensa de los derechos de los niños/as y los adolescentes.

En el Informe sobre la pobreza infantil de Cataluña 2012 alertaba de que ya son 285.000 niños los que están en situación de pobreza en Cataluña. ¿Qué medidas propone el Síndic de Greuges para evitar la situación de vulnerabilidad de este colectivo?
La pobreza es un fenómeno creciente en un contexto de crisis económica y encontramos que hay muchos niños y niñas en situación de vulnerabilidad. Por ello se deben priorizar las políticas transversales y los planes específicos dirigidos a combatirla. Son necesarias actuaciones intergubernamentales y coordinadas entre todos los departamentos de la Generalidad que aseguren que todos los derechos de los niños y niñas sean garantizados, nos obligan a la Convención de los derechos de los niños/as y el ordenamiento jurídico catalán. Por ejemplo, en el ámbito escolar se puede hacer frente con las becas de comedor, las becas de libros o las ayudas a las actividades extraescolares. En el ámbito de la salud, hay que garantizar que cualquier niño y niña pueda acceder a todos los servicios, como pueden ser los de salud mental. También se han de mejorar las prestaciones de carácter económico, como las ayudas a la vivienda o la renta mínima de inserción.

En este sentido, en el Informe de los derechos de los niños/as en Cataluña 2012 se denunciaba la vulneración de derechos básicos como un nivel de vida adecuado, el acceso a la educación y también al ocio. ¿Qué indicadores alertan de la vulneración del derecho de los niños/as al ocio?
En el ámbito del ocio nos lo indica el análisis de la realidad. Los niños y niñas con familias que no tienen capacidad económica no hacen actividades extraescolares, hacen menos uso de las colonias de verano y tienen un acceso mucho más reducido el ocio en general. A veces el acceso que tienen no es normalizado sino asistencial. Nos encontramos que hay unas determinadas intervenciones que acaban siendo utilizadas sólo para niños y niñas que están en una situación de segregación. Nosotros entendemos que un acceso al ocio en condiciones de igualdad es un acceso normalizado, que refleje la pluralidad de la sociedad, al igual que en el ámbito escolar.

¿Por qué cree que el acceso al ocio es un derecho fundamental que hay que preservar?
Es básico para el desarrollo de un niño/a que pueda jugar, divertirse y educarse en el ocio, así está reconocido por la Convención de los derechos de los niños/as. Pero a pesar de ser un elemento fundamental para su crecimiento, no está garantizado que no hay conciencia de que existe como derecho. Si vamos a la Ley de Educación de Cataluña o la Ley de derechos y oportunidades en la infancia y la adolescencia, se hace un reconocimiento del derecho al ocio en condiciones de igualdad. Pero a este derecho le falta un despliegue, unas políticas dirigidas a su garantía.

"Al derecho al ocio le falta un despliegue, unas políticas dirigidas a su garantía"​

Las primeras colonias escolares tenían por objetivo mejorar la salud de los niños/as en riesgo de exclusión social. En cambio, hoy la crisis económica amenaza con dejarlos excluidos de las colonias. ¿Qué medidas proponéis para garantizar este derecho?

Nosotros lo que pedimos es que en la escuela ningún niño/a se quede sin ir de colonias por razones económicas porque son unos tipos de actividades que tienen una importancia directa en el desarrollo y la educación de los niños y las niñas. Incluso el Síndic inició una actuación de oficio sobre esta cuestión hace dos años. No podemos entender que la autonomía del centro pueda significar que unas escuelas de Cataluña hagan colonias y otros no y que a las que organizan, dependa de la capacidad económica de las familias que se vaya o no. Porque no se puede discriminar a un niño/a para que sus padres no le puedan pagar las colonias como tampoco para que tenga alguna discapacidad. Evidentemente hay un margen de capacidad de decisión de los centros pero debe haber una mínima regulación que garantice que todas las escuelas haya colonias. Y si para ello hay que tomar determinadas medidas regulatorias para garantizar determinados derechos laborales del profesorado, pues que se tomen.

Pero cree que la comunidad educativa y las instituciones son conscientes de la importancia educativa del ocio?
Hay que garantizar el derecho al ocio con una regulación que garantice un acceso, condiciones especiales y recursos a las prestaciones de estas actividades. Verdad que no dejaríamos a un niño/a sin ir a la clase de matemáticas porque no le pueden pagar la calculadora? No podemos dejar a un niño/a en casa porque los padres no pueden pagar las colonias, se debe crear un sistema de becas. También pedimos que la escuela se adapte a las necesidades de todos los niños y niñas y no al revés. Y si las colonias no pueden ser de una manera, que sean de otra.

En noviembre Hacienda advirtió a las empresas y entidades de protección a la infancia y que ofrecen servicios educativos que tenían que pagar un 21% de IVA. Hasta entonces, estos servicios habían sido exentos de tributar la tasa. ¿Qué opina al respecto?
Creo que se debe garantizar que las familias puedan acceder a los servicios, que los precios sean ajustados, que se cumplan todos los centros y que haya ayudas para las que no les puedan pagar. Entendemos que el tiempo del comedor tiene carácter educativo y debe ser tratado desde esta perspectiva. Por lo tanto, se ha de garantizar la máxima calidad y accesibilidad del servicio.

"Es básico para el desarrollo de un niño/a que pueda jugar, divertirse y educarse en el ocio, así está reconocido por la Convención de los derechos de los niños/as"

En mayo se aprobó la LOMCE con gran parte de la comunidad educativa en contra. Como la valore desde el Síndic?
Hay ciertos aspectos que deberían ser preservados y fortalecidos. Por ejemplo, la igualdad entre la red pública y la privada, la distribución del alumnado y la garantía de la equidad y la igualdad de oportunidades, que aún no la tenemos. La medida más polémica y mediática, el hecho de financiar el derecho de elección de los centros de las familias que soliciten una escolarización en castellano, sería un paso atrás muy importante en las escuelas, en las que no hay una segregación de alumnos por razones de lengua.

Cree que la educación está demasiado politizada?
Siempre se dice que la mejor ley de educación es la que tiene el consenso de todas las fuerzas políticas y que la educación debería estar al margen de las discusiones políticas. A nivel del estado español no ha sido así porque ha habido sucesivas leyes con los cambios de gobierno y no es bueno cambiar de modelo cada poco tiempo ni tampoco que las reformas sean ideológicas. Si la educación tiene carencias que se deben superar con regulaciones nuevas, se deben hacer con el máximo consenso, con la máxima participación y con conocimiento de lo que dice la doctrina científica en materia de educación.

La Fundación Jaume Bofill señala en un estudio que la jornada compacta de mañana agrava las desigualdades, mientras que la extensión del tiempo que se pasa en la escuela las reduce. ¿Qué opina el Síndico de la implantación de la jornada continua en secundaria?
A nosotros nos preocupaba que no hiciera más grande la desigualdad y por eso hemos preguntado al Departamento de Enseñanza cómo se está aplicando esta jornada, como están decidiendo (qué participación tienen los consejos escolares, los padres y madres de los centros) y con qué medidas se compensan los cambios. Evidentemente, puede provocar que aquellos alumnosy alumnas que no tengan capacidad para pagar actividades extraescolares estén en casa toda la tarde si la jornada compactada no se compensa con unas actividades extraescolares, con centros abiertos y con acompañamiento. Este hecho supondría una vulneración de la igualdad de oportunidades. Tampoco se pueden dejar de tener en cuenta las costumbres o las obligaciones de las familias, los horarios escolares no deben supeditarse a los laborales pero sí que lo ideal sería que las jornadas de trabajo también se hicieran de otra manera.

En 2012 se creó la Comisión de la infancia para planificar y estudiar las políticas sobre la infancia. ¿Qué balance hace?
La Comisión de la infancia era una necesidad desde hacía mucho tiempo porque no había una comisión para este colectivo especialmente vulnerable. Nosotros consideraríamos más adecuado que fuera legislativa, como lo son las otras sectoriales, y no sólo de seguimiento. Por lo tanto, es una comisión de debate y de informe.

Parece que en la ciudadanía en general y en la juventud en concreto hay una desafección creciente hacia las instituciones y tienden a organizarse en nuevos movimientos que precisamente rehuyen de la institucionalización. Cree que está fundamentada la desafección? Como se podría combatir?
Uno de los retos es que las instituciones sean más abiertas y más cercanas y que siempre haya una participación real, también durante los cuatro años de mandato. Muchos adolescentes y jóvenes ven que las instituciones les son lejanas para que lo que realmente les preocupa no está suficientemente discutido. Deberían tener formas de acceso, poder hacer propuestas, que fueran debatidas y que recibieran una respuesta. Las instituciones también deben adaptarse a sus necesidades y demandas. El derecho a la participación de los jóvenes a veces parece que comience a los 18 años, cuando lo tienen desde siempre y se les debe reconocer adaptado a sus capacidades.

 

El Síndic defiende los derechos de los niños, niñas y adolescentes a través de las quejas presentadas por la ciudadanía o de actuaciones de oficio.

Los niños, niñas, jóvenes o adultos pueden hacer llegar las consultas o quejas sobre la vulneración de un derecho por parte de una institución pública o de una empresa que preste un servicio general para pedir su actuación, que es gratuita.

- Web: www.sindic.cat
- Teléfono gratuito: 900 124 124
- Dirección: Paseo Lluís Companys, 7 (Abierto de 8.30 a 19 h de lunes a viernes).
- Visitas a poblaciones catalanas: El Síndic también se desplaza dos días a la semana en diferentes puntos del país.

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